domingo, 10 de abril de 2016

día 2277 de esclavitud, 249 de castidad

cada domingo 402 tiene que hacer un examen de cómo ha ido la semana y escribir al Dueño una confesión, suplicando su perdón por cualquier falta cometida con respecto a las normas de esclavitud que ha establecido y por las que se rige la vida de este objeto. es un acto muy saludable pero también muy doloroso, pero necesario a la vez. nada debe estar fuera del conocimiento y de la supervisión del Dueño. hoy esa confesión no se hizo por escrito sino que a media tarde, 402 le envió al Dueño que debía hablar con El. comenzaron la conversación por mensaje pero luego el Dueño llamó a 402 y hablaron en persona.
402 le dijo al Dueño lo que había hecho, o más bien lo que había intentando hacer. desde ayer 402 está extraño, entre caliente y sumiso. en la ducha, ayer, tras afeitarse, ya comenzó a tocarse. se lo dijo al Dueño y Éste le dijo que no lo hiciera, que sólo se tocara el pene para lavárselo y afeitárselo, que cualquier otro contacto está prohibido. por supuesto 402 obedeció, pero hoy, a primera hora de la tarde, comenzó a jugar con su pene en la jaula. debido tal vez a castidad permanente, dentro de la jaula queda espacio y es posible, al moverla, que el roce produzca cierta excitación. así fue como se ordeñó la última vez 402 aunque fue más por el efecto de la voz del Dueño que del roce en sí, de hecho fue por lo primero y no por lo segundo.
el tema es que 402 empezó a jugar con su jaula y en un momento dado se descubrió queriendo sacarse la leche. debió haber parado en aquel momento, pero no lo hizo. siguió y siguió y, no contento con eso, empezó a utilizar sus recursos para excitarse: videos, fotos, relatos, cualquier cosa que sirviera para desahogarse y "liberarse" de esa sensación. estuvo una hora intentándolo y ni siquiera se puso dura. nada, absolutamente nada.
cuando se hizo evidente que no lo iba a conseguir 402 se detuvo con una mezcla de sentimientos. por un lado vergüenza por haberlo intentado y deseado; por otro humillación y sorpresa, mezclada con cierta alegría, por no haberlo conseguido.luego vino el temor, por lo que se avecinaba: confesar la falta al Dueño.
inmediatamente vino la tentación del ego: no decírselo. no se iba a enterar, no lo sabría y no pasaría nada. de hecho no había cometido ninguna falta, sólo lo había intentado. si, 402 podría haber hecho eso, pero eso sí sería una falta. ¿lo habría soportado? seguro que no. son estas cosas las que acaban minando la relación y comenzaría un camino de alejamiento del Dueño, de pérdida de control. tenía que confesar la falta y así lo hizo 402.
la primera reacción del Dueño fue de comprensible enfado, y aquello terminó de hundir a 402 en la más profunda miseria. comprendió lo que había hecho: no intentar satisfacerse, no intentar correrse; había fallado al Dueño, le había desobedecido. el Dueño no lo entendía. "Todo iba estupendamente desde enero. ¿Por qué haces esto? Explícamelo". y 402 casi no podía hablar. intentaba justificarse, o al menos usar un atenuante en el hecho de no haberlo podido conseguir. aunque quiera, 402 no puede correrse, no puede desobedecer, eso es un gran avance, intentaba argumentar, pero el Dueño se centraba en lo importante, la desobediencia.
al fnal parece que llegó la clave: aceptar esta vida no es fácil y todavía hay resistencias. hoy se ha manifestado una de ellas. en las páginas de este blog puede parecer que todo es sencillo, porque algunas palabras no consiguen expresar los sentimientos y emociones que vive 402. aceptar que no volverás a tener un orgasmo, que tu cuerpo no te responde sino a la voz del Dueño, saber que morirás con una jaula puesta si todo va bien, que no tienes derechos, que no eres nada, no es fácil. por supuesto es lo que 402 quiere, desea, añora y sabe que es el único camino por el que conseguirá ser feliz y se realizará. pero tantos años de creer ser "libre" no son fáciles de eliminar. el Dueño, como siempre, sentenció el tema "Cuanto más cerca estés del objetivo, aparecerán más resistencias".
a medida que avanzaba la conversación, menos palabras salían de la boca de 402. casi ni podía hablar, y estuvo toda la conversación con la cabeza gacha. incluso en la distancia y sin verlo en persona la vergüenza por lo que había hecho le estaba comiendo por dentro. al final el Dueño sentenció "Si estuvieras aquí te ataría, te amordazaría y te azotaría hasta cansarme, pero no puede ser. De todas formas lo que sientes es tu castigo. Ahora quiero que estés bien y te tranquilices". incluso en esta situación el Dueño sólo pensó en el bienestar de su objeto. debió sentir a 402 tan hundido que terminó la conversación así, preocupado por que estuviera bien.
cuando colgó, 402 se echó a llorar. esa fue su penitencia. incluso sin haber "hecho" nada, o conseguido nada, el mejor intento es una falta grave pero la falta fue decepcionar al Dueño, haberle hecho sentirse así. hoy 402 ha aprendido dos cosas, que efectivamente está castrado y que no controla ya su cuerpo; y que ha llegado a un punto sin retorno: o es bajo las botas del Dueño o su vida será un fracaso.
sumisión en silencio castidad y obediencia ciega.

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