día 2271 de esclavitud, 243 de castidad

este no es un camino nada fácil. el Dueño quiere que 402 sea un objeto, Su objeto, que se comporte como un objeto, que actúe como un objeto, que sólo la apariencia sea humana. en ese sentido es en el que dice que le molesta la humanidad de 402. y el propio 402 tiene que luchar con tantos años de educación, de ideas, de naturaleza equivocada. sabe que, al fin, el Dueño ha conseguido conectar a 402 con su auténtica naturaleza. en el fondo no es sino una naturaleza de sumisión, de entrega, de obediencia, bien sea siendo un esclavo, un perro o un objeto. 402 lo ha aceptado y desde lo más profundo de su ser desea, necesita, responder a esa voluntad del Dueño.
pero no es fácil, porque cada día lo tratan como un ser humano. le preguntan, conversan con él, hablan como si realmente fuera uno de ellos, pero en su interior 402 se siente muy lejos de todos esos hombres y mujeres que creen ser libres, autónomos, autosuficientes. sólo el Dueño conoce la verdadera naturaleza de este objeto y 402 sólo se siente bien cuando es tratado así, como lo que es. incluso el Dueño a veces es considerado con 402, concediendo cosas, como buen Amo, como buen Dueño. pero incluso en esas situaciones 402 siente que le pesa la palabra, la capacidad de decidir, la posibilidad de resistirse a una orden del Dueño. aunque sólo sea como posibilidad eso está ahí.
lo que pasó el sábado aún está siendo digerido por 402. todavía no ha sacado las consecuencias de aquello. sin duda fue una manifestación suprema de control sobre este objeto, que era incapaz de sacarse la leche y el Dueño lo consiguió en menos de un minuto y sólo con su palabra. si hubiera dado el Gran Salto y sólo viviera bajo las botas del Dueño, 402 no duda que incluso podría dejar de hablar, igual que ha sido incapaz de ordeñarse, o de decidir nada. ser reprogramado, recondicionado no es una posibilidad, es un hecho del presente, y lo único que para ligeramente al Dueño es que, mañana, igual que hoy, 402 tendrá que ir a trabajar, a simular que es humano y a comportarse como tal delante de otros, cuando en el fondo de su ser, lo único que desearía sería estar encerrado bajo llave en una celda, encadenado a un pared, esperando que el Dueño quisiera usarlo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.