hoy es el cumpleaños del pero. no nació un día como hoy, al menos físicamente, pero hoy hace 6 años que conoció a su Dueño. como ha contado en otras ocasiones fue un encuentro que casi no se produce por circunstancias y retraso del avión, un frío intenso, el perro se perdió en el camino, etc. al final ocurrió y esa misma noche, hoy hace 6 años, el Dueño ató por primera vez al perro.
en aquel momento ni siquiera era el Dueño. "Amo" lo llamaba el perro, que tampoco era "perro" entonces. estos nombres marcan la relación e indican como ha evolucionado hacia una mayor sumisión cada vez.
nunca pensó el perro que al final acabaría como está ahora. ni en sus sueños más profundos pudo imaginarse tan controlado y sometido como está en estos momentos: enjaulado y sólo esperando el momento de llevar el collar de manera pública indefinidamente.
seis años es mucho tiempo, o poco, según se mire, pero ya es algo a tener en cuenta. lo que parece claro es que no hay marcha atrás.
ya estaba escrito el blog de hoy cuando pasó algo excepcional. el Dueño volvió a dar una vuelta de tuerca más, un giro más de la correa, de la cadena. casi no puedo decir cómo ocurrió, pero pasó. mantuvimos una conversación y en un momento dado empezamos a hablar diferente, distinto. el Dueño seguía siendo el Dueño pero empezó a hablar del perro como de un objeto. el cuerpo del perro reaccionó inmediatamente y sintió esa extraña sensación de indefensión, impotencia y sumisión que siente cuando está tratando de un tema vital con el Dueño. inmediatamente supo que había llegado a una nueva identidad, a un nuevo paso hacia la sumisión. el perro se convirtió en objeto. cuando la conversación terminó el perro, objeto a partir de ahora, estaba en shock, sin suelo bajo los pies.
siguiendo su dinámica, el Dueño cambió el nombre al perro y lo convirtió en un número, 402, una propiedad más en la lista de sus propiedades. pero no es sólo un cambio de nombre, sino un cambio de estatus, de identidad, un nuevo descubrimiento de su auténtica naturaleza. a partir de hoy este objeto vive un nuevo nacimiento, es recreado por el Dueño otra vez. cada año celebrará su nacimiento este día. primero conoció al Dueño, luego lo convirtió en su esclavo, más tarde en su perro y ahora ha entrado a formar parte de sus propiedades como un objeto. en la pirámide de la sumisión el objeto es el nivel más bajo, lo más inferior, lo último. la reacción que tuvo el perro cuando el Dueño le dijo que sería un objeto a partir de ahora hizo evidente que ese había sido su destino desde el principio. este objeto no lo sabía pero parece ser que el Dueño sí.
ahora comienza una nueva etapa con un nuevo entrenamiento, nuevas normas, todo nuevo, pero siempre bajo la guía del Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario