viernes, 1 de enero de 2016

día 2178 de esclavitud, 150 de castidad

es un día muy especial, y no precisamente por ser el primer día del año, sino porque se han combinado algunos factores que le dan ese carácter. en primer lugar es el cumpleaños del blog. hace once años que comenzó, que el perro hizo su primera publicación. poco imaginaba entonces que llegaría a este punto, que tendría tantas entradas y que lo leerían una media de 100 personas al día. para ser un blog de esta temática y en español, el perro considera que ha sido sin duda un logro, lo sigue siendo de hecho.
el otro acontecimiento ha sido que hoy el perro tenía que ordeñarse. según las normas establecidas por el Dueño después del verano, el perro tenía que sacarse la leche cada tres meses. la última vez fue el 1 de octubre, así que hoy tocaba.
el perro, como sabrán los lectores, ha estado nervioso desde hace unos días, porque las normas están claras, el perro debe sacarse la leche sin tener un orgasmo y sin sentir placer. tras consultarlo con el Dueño, el perro se ordenó nada más comenzando el año, a la una y media de la mañana. se amordazó, se puso el collar de cuero ancho y, a cuatro patas, comenzó a excitarse para que su polla se pusiera dura. en cuanto lo consiguió bastaron unos pequeños roces para sentir que iba a eyacular y entonces pasó. ha un punto de no retorno donde, si te masturbas y te pasas no se puede detener la eyaculación pero no tienes orgasmo. y así le ocurrió al perro. en el fondo lo que hizo se conoce también como orgasmo frustrado.
la diferencia fundamental, y el elemento por el cual el perro sabe que lo ha hecho bien es que la leche no sale despedida sino que se "derrama". sale como si estuvieras orinando, y esa precisamente es la sensación que uno tiene, la de orinar empalmado.
no hubo placer, ni desahogo, ni satisfacción. más bien al contrario la palabra es "desagradable". fue desagradable. además el perro se sintió humillado. allí estaba, con un collar de esclavo al cuello, amordazado con cinta y echando su leche a cuatro patas, como un auténtico perro. ¿se puede caer más bajo? si, y de hecho el perro quiere seguir bajando porque sabe que esa pregunta no es sino del ego.
después de limpiar, y de limpiarse, el perro se acostó. no se sentía relajado, como cuando se corría de verdad. ahora toca el 1 de abril. a esto ha quedado reducido la sexualidad del perro. si se siente dominado y sometido, esclavizado y controlado. pero esto es lo que suplicó, lo que pidió. esto y, más aún. esto es lo que es, y está orgulloso de serlo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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