pocos saben que la tela vaquera fue una prenda de trabajadores, de los más bajos, del proletariado y que no era nada valorada. la gente de bien vestía con otra ropa, telas más elegantes. con el paso del tiempo la tela vaquera no sólo se ha convertido en imprescindible en cualquier ropero, sino que en muchas ocasiones se ha convertido en prenda de lujo, con pantalones o chaquetas que cuestan decenas, y a veces cientos de euros. con las botas pasa algo por el estilo. es verdad que siempre han sido un objeto de cierto nivel, un calzado de la élite social. sólo llevaban botas de montar, por ejemplo, aquellos que tenían caballos. sin embargo las botas vaqueras compartían destino y valoración con los pantalones y la tela azul del mismo nombre. hoy se han convertido en un objeto caro, de moda, de lujo podría decir. las sendra, por ejemplo, no bajan de 200 euros, compradas en los canales normales, por supuesto. sin embargo son una de las pocas cosas en las que el perro cree que merece la pena gastarse el dinero. por su calidad, por cómo están hechas pero sobre todo por el efecto que producen al usarlas. no hay nada comparable con ir con unas sendras por la calle. incluso en las botas hay clases, y las sendras son sin duda la realeza.
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