domingo, 20 de diciembre de 2015

dia 2166 de esclavitud, 138 de castidad

hoy se celebraban elecciones generales en españa y el perro fue a vota como cualquier ciudadano. la diferencia con el resto de los ciudadanos es que el perro tuvo que suplicar permiso al Dueño para ir a votar y tuvo que justificar su voto diciéndole por qué había pensado en hacerlo de ese modo. sólo cuando el Dueño consistió, el perro pudo ir a votar.
para el perro no es un derecho, es una obligación. no lo vivió como un ejercicio de libertad sino como algo que tiene que hacer porque debe hacerlo. esta idea se refleja en las palabras del Dueño una vez hecho: "Espero que sea la última vez que realizas ese acto antinatural en tí".
de hecho el Dueño sintió que tenía que "compensar" este acto de mañana con una sesión de encierro por la tarde, así que ordenó al perro que estuviera toda la tarde con botas, pantalón de cuero, cadena al cuello y amordazado con cinta. cada hora tenía que hacer un vídeo de cinco minutos mostrando cómo estaba.
así lo hizo el perro. hacía mucho tiempo que el perro no notaba el cuero sobre su piel, demasiado tiempo. por supuesto llevaba la jaula, eso no tiene ni que decirle el Dueño porque es algo permanente en el perro.
el perro grabó el vídeo inicial y luego se puso a trabajar, pero el Dueño empezó a enviarle mensajes y mantuvieron una conversación. a medida que ésta avanzaba, el perro empezó a sentirse más y más en subspace hasta que se sintió como aquel día, en el que fue hipnotizado por el Dueño en Madrid. entonces el perro perdió la conciencia y comenzó a hablar cosas que aún hoy no recuerda. este vez no fue tanto pero el perro sí que se sintió sin barreras, completamente a merced del Dueño, indefenso.
en un momento dado incluso no pudo moverse. allí, quiero, en un estado radical de relajación y subspace, leyendo los mensajes del Dueño, sin poder moverse. de hecho incluso en algún momento se sintió nervioso por si no podía salir de ese estado por sí mismo.
el perro no pudo sino admitir que estaba hipnotizado. mantenía la conciencia y estaba extremadamente relajado, pero no había ninguna barrera. el Dueño podía hacer con el perro lo que quisiera. el perro se sentía incapaz de negarse a nada. ha sido una de las pocas ocasiones en las que realmente se sintió sin voluntad.
en un momento dado el perro se quedó inmóvil, incapaz de moverse. el Dueño le ordenó que se quedara quieto a ver cuánto podía aguantar así. pese a lo relajado que estaba el perro sintió angustia porque de verdad no podía moverse en absoluto. estaba completamente inmovilizado. fue una idea que ahora,a toro pasado, parece estúpida pero estaba solo ¿y si no podía salir de ese estado? ¿y si no podía volver a moverse? esa idea le angustió. pero al final el perro pudo salir. todo fue grabado porque el Dueño quería que dejara constancia. los vídeos fueron enviados al Dueño y ordenó al perro que se relajara porque una sesión como esa había sido intensa.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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