martes, 17 de noviembre de 2015

día 2133 de esclavitud, 105 de castidad

el perro no ha ido a trabajar hoy porque era fiesta local así que se ha quedado en casa todo el tiempo, con la jaula alrededor de los genitales y la cadena y el candado alrededor del cuello.
se presentaba un día tranquilo pero todo empezó a "torcerse" muy pronto. la vida de un esclavo está hecha de rituales y el perro tiene uno desde hace años que agrada al Dueño. nada más levantarse le manda un mensaje, siempre el mismo. sin embargo hoy el perro cambió el mensaje, añadiendo algo al final. no fue una gran modificación, sólo pretendía el perro expresar lo que sentía en ese momento.
la respuesta del Dueño fue tajante: "¿Quién te ha autoriza a cambiar el saludo perro?". el alma del perro cayó a los pies. empezó a suplicar disculpas, perdón, no volverá a pasar y cosas por el estilo. el perro estaba confundido porque pensó que el mensaje agradaría al Dueño. la confusión aumentó con el siguiente mensaje del Dueño: "Te perdono porque entiendo tu intención. Y x cierto. Este va a ser el nuevo saludo. Me ha complacido totalmente". el perro estaba aún más confuso.
todo cobró sentido con el siguiente mensaje: "Pero no vuelvas a tomar la iniciativa". al Dueño le agradó el nuevo mensaje, pero le molestó que fuera el perro quien decidiera cambiarlo. eso implica tomar una decisión, ser libre, algo que no tiene cabida en la vida de un esclavo que aspira a convertirse en un objeto sin voluntad.
aún quedan restos de toda la educación recibida durante tanto tiempo, restos de la idea de que el perro es autónomo y que nació libre. son ideas falsas que cuesta que desaparezcan y de vez en cuando salen a relucir. el perro sabe que llegarán a desaparecer o al menos a ser tan poco importantes que no interfieran como lo han hecho hoy. para ello el Dueño tiene las herramientas necesarias, y tras el último viaje y la puerta que se abrió con la hipnosis, mucho más.
además del saludo de la mañana el perro siempre debe terminar sus comunicaciones con el Dueño con un saludo, siempre el mismo: "sumisión en silencio y obediencia ciega". es justo el saludo que está en la cabecera del blog. hoy, sin embargo, en una conversación por la tarde con el Dueño, éste también cambió. se introdujo un elemento que termina los pilares de la existencia de un perro. a partir de ahora la despedida siempre será: "sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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