el perro se levantó normal hoy pero a medida que iba pasando la mañana éste se iba complicando hasta poder afirmar que se convirtió en un día nefasto. iba de discusión en discusión y cada vez se sentía más triste y decaído. tampoco es que pasara nada diferente al resto del tiempo, de la lucha por la no-vida. sencillamente las cosas parecían salir todas torcidas.
al mediodía el perro fue a la facultad con permiso del Dueño para estar allí porque tenía clase a última hora y quería aprovechar en la biblioteca. la sorpresa surgió cuando el perro comunicó al Dueño cómo había ido el día y Éste le dijo que el suyo había sido igual. estuvieron perro y Dueño hablando un buen rato y en la conversación salió que ambos estaban vinculados de una forma incomprensible. no aclaramos si el Dueño se sentía así por el perro o viceversa pero sí que ha pasado más de una vez que, cuando uno se siente de una forma, el otro, incluso en la distancia, parece darse cuenta y empezar a sentirse de la misma manera.
no siempre ocurre pero está siendo muy común, y cada vez más, que cuando el día va bien para el Dueño, el perro está contento y cuando el día se tuerce para el Dueño, lo mismo ocurre al perro. lejos de parecernos una molestia, ambos coincidimos en que era una señal de la cadena que une al perro con su Dueño, una cadena que parece definitiva y que sólo el Dueño puede romper.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario