una escena vanilla como pocas: una biblioteca con alguien que, aunque no lo vemos, posiblemente esté leyendo. sin embargo para un fetichista hay un elemento que trastorna todo el conjunto: esas botas. son botas hasta cierto punto vanillas, no de las que podamos ver en cualquier encuentro fetichista. sin embargo son altamente morbosas y, en el caso del perro, captarían inmediatamente la atención del perro olvidando completamente que se encuentra en una biblioteca y teniendo, si no fuera propiedad del Dueño, que controlar sus deseos de arrodillarse y lamerlas hasta dejarlas completamente brillante. la cuestión en esta fantasía es saber cómo reaccionaría el muchacho, si se dejaría hacer o las retiraría inmediatamente. en cualquier caso la humillación sería evidente y eso es lo que, en el fondo, busca el esclavo: humillación por ser alguien inferior que sólo merece vivir al nivel de esas botas.
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