domingo, 2 de agosto de 2015

día 2026 de esclavitud, 113 de castidad

12:00 el despertar fue tranquilo aunque el calor de la noche fue muy "molesto" haciendo que me despertara varias veces. el Dueño llevaba tiempo despierto así que desayunamos. cuando terminamos ordenó al perro ir a la ducha, pero sólo quitarse lo que podía quitarse y tumbarse en la bañera.
así estuvo el perro esperando hasta que llegó el Dueño desnudo. entonces se subió a la bañera y empezó a orinar sobre el perro, a echar su orina sobre el pecho, marcándolo y estableciendo su territorio. para el perro fue como un bautizo, una renovación. siempre que lo hace lo es.
luego, siguiendo órdenes del Dueño, el perro se duchó, se puso los pantalones de cuero y las botas altas por fuera y así se puso el perro a trabajar otra vez, notando la dura jaula a través del pantalón. es una sensación excitante y frustrante a la vez. luego, como ayer, perro y Dueño hicieron algunas fotos, para su disfrute y para, tal vez, usarlas en el blog.


00:00 antes de comer el Dueño fue a buscar al perro donde estaba escribiendo y lo llevó al salón. El llevaba el suspensorio, el chaleco y los guantes de cuero. el perro se arrodilló delante suya y el Dueño empezó a hablar al perro mansamente. es lo que el perro llama "follarle la mente". lo que siguió a continuación fue confuso, muy confuso. el perro no sólo entró en subspace sino que algo más profundo.
el perro recuerda estar tumbado en el suelo con los brazos en cruz y poco más. lo siguiente de lo que tiene conciencia es de estar sentado en un sillón sin poder moverse pero no porque estuviera atado sino porque sencillamente no podía.
el Dueño se había corrido otra vez y dejó al perro allí sentado. antes de salir ató las manos del perro por delante, algo innecesario por otra parte, porque el perro seguía sin poder moverse. cuando el Dueño volvió, sacó al perro de ese estado hablándole y diciéndole que volviera a El. el perro lo hizo y poco a poco volvió a la normalidad.
y entonces vino la sorpresa porque el Dueño le dijo al perro que había estado hablando, casi murmurando. el perro se sorprendió porque no se acordaba haber dicho una palabra. a medida que el Dueño profundizaba en los detalles, más sorprendido estaba el perro porque más cosas se le escapaban. el Dueño había pisado los pies del perro con sus botas y había presionado. el perro no recordaba haber vivido eso y haber sentido ese dolor.. sencillamente no lo recordaba, a pesar de hacer mucho esfuerzo.
al perro le costó entenderlo pero supo que había sido hiponotizado por el Dueño. el estado hipnótico no es otra cosa que un estado de relajación muy profunda, tanto que el perro no recordaba casi nada de lo que había pasado, ni de haber hablado. el Dueño le dijo que habían sido grandes charlas, no frases inconexas, pero que no había dicho nada que pudiera ponerme en apuros. el perro no recuerda haber hablado siquiera ni lo que dijo. otro elemento desconcertante fue que toda la experiencia ocupó como una hora y algo, cuando para el perro no pasaron más que algunos minutos.
desde luego para el perro fue algo que abre una nueva puerta para la sumisión. fue como la primera vez que el perro fue atado o lamió las botas de alguien. supo que ya nada volvería a ser igual. el Dueño ha encontrado una forma de realmente reprogramar al perro. ambos hemos leído por internet sobre el uso de la hipnosis pero una cosa es leerlo y otra distinta experimentarlo. al perro se le mezclaba el miedo y la excitación junto con la sorpresa por lo que había ocurrido.
como en otras ocasiones, el perro se preguntó si había sido algo intencionado, provocado por el Dueño o sencillamente se había producido. en cualquier caso el Dueño dijo que ya sabía cómo meter al perro en ese estado y el perro no duda que lo hará.
después de comer el Dueño y el perro se pasaron la tarde leyendo, cada uno en una habitación. el perro aún llevaba las botas y el pantalón de cuero y los llevó puestos toda la tarde.
el Dueño venía de vez en cuando a preguntar al perro si estaba bien. era una forma de controlar a su perro. fue una tarde agradable que permitió al perro digerir lo que había ocurrido por la mañana.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo

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