el bdsm se ha convertido en el reducto de la visión clásica de la masculinidad. los Amos, y esclavos gays son más masculinos que la mayoría de los "heteros" machitos que se gastan fortunas en depilarse y en dejarse las cejas como un camino de hormigas.
esta es la prueba clarísima de que género y sexo no se identifican. respetando el derecho de la pluma para quien la quiera, el bdsm es un mundo de masculinidad, donde hombres duros tienen sexo duro con otros hombres duros. los azotes, el fisting, incluso el bondage no son pràcticas fáciles. muchas veces incluyen dolor y humillaciones y hay que "ser un hombre" para afrontarlos.
ojo, que el perro no dice ser machista sino recuperar esos valores de compromiso, entereza, palabra dada, aguantar el dolor y las dificultades que antes estaban en la definición de "hombre". eso no signifca castrarnos en otros aspectos. eso lo sabe cualquier esclavo o sumiso que haya sido cuidado por su Amo después de una sesión.
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