para un auténtico fetichista el cuero llama, te atrae inexorablemente, te atrapa. ni siquiera tiene que excitarte sexualmente en cada momento, pero el hecho es que no puedes apartar la mirada de alguien que lleve una prenda de cuero.. tus ojos parecen coger vida propia y sigue al cuero un flautista de hamelin posmoderno.
si te dejas continuar tal vez te lleve a algún bar donde conozcas a otros cuereros y ya entras en una dinámica donde no podrás parar. lo siguiente es comprar tus propios cueros, llevarlos y quien sabe, tal vez cautivar a otros con ellos.
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