la vida que el perro lleva, una vida de sumisión y obediencia, que no es sino el preámbulo de la auténtica vida que será cuando el Dueño controle todos los aspectos de la misma, sólo es posible porque El existe y quiere. con El el perro no es nada, pero sin El sería aún menos. el Dueño da al perro el aire que necesita para respirar, el espacio en el que puede ser él mismo, la posibilidad de realizarse, de completar lo que es, de llevar a buen término su naturaleza. sin el Dueño el perro sería un ser inacabado, infeliz, inútil. el breath control no es sino la materialización y representación física de esos sentimientos. aunque sufras, no es una tortura, y cuando el Dueño lo realiza con el perro, el cuerpo de este no engaña y tiene una erección monumental. en esos casos es sencillamente el cuerpo que está hablando, diciendo lo que está anidado en el alma: que el perro necesita a su Dueño como necesita el aire.
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