viernes, 31 de julio de 2015

día 2024 de esclavitud, 111 de castidad

6:00 tomamos el desayuno de rigor porque es casi un ritual tomar algo. el perro está excitado y la razón no es otra que haberse puesto las botas después de algún tiempo. nada más pasar el control de seguridad con ellas en la mano, el perro ha ido al baño y se las ha puesto. nada, absolutamente nada es comparable a la sensación de notar las botas abazando tus pies. es algo indescriptible y sólo puedes experimentarlo. ha bastado eso para que el cuerpo del perro reaccionase. también inmediatamente se ha sentido el calor, pero es algo perfectamente soportable, por ahora al menos, y por el Dueño más.

12:20 en d´mystic, para seguir la tradición, habiendo ya pasado por berkana y a different life. para variar SR está cerrado y eso que quería comprar al Dueño su regalo de santo: unas esposas. a ver si abren de aquí un rato.
en el metro me abordó un tío que estaba justo delante mio en la cola para entrar en el avión. me pidió ayuda para llegar a sol porque no había estado en el metro de madrid. fuimos juntos hasta tribunal y él siguió a sol.
madrid siempre igual, con mucho calor. hablando con el Dueño el perro se ha encontrado feliz porque hoy es realmente el primer día de sus vacaciones. hasta ayer no cerró cosas que quedaban pendientes
además ahora el perro está embotado y enjaulado, como realmente debería estar permenentemente, sólo falta el collar al cuello y, tal vez, la mordaza.. parece como si sólo aquí pudiera vivir la vida de esclavitud que da sentido al perro.
el perro había puesto el uno de julio como su nueva vida pero cree que mejor será este viaje que haya un antes y un después que efectivamente el perro no solo viva castrado y obediente, sino en silencio y sólo obedeciendo. ayer recordaba las palabras del Dueño.. tú sólo tienes que obedecer, dejar que El lleve las riendas.
este viaje será un nuevo renacer, el perro quiere que lo sea y sintonizará la mente para que así sea. ojalá pudiera estar estos tres días en subspace, como aquel miércoles, el del enfado, en el que el perro comprendió vivencialmente que depende completamente del Dueño.
la orden de no hablar hasta que le pregunten o le den permiso está en vigor, y el perro sabe lo imprudente que es hablar más de la cuenta.. no debo olvidar que eso es así. y seguirá siendo así cuando vuelva.
nuevo trabajo, nuevo gimnasio, nuevos cursos. estudiar y hacer deporte cuando no esté trabajando. esa debe ser la vida de un perro, más encerrado que fuera en la calle. se trata de prepararse para el Gran Salto.
hoy empieza esta nueva vida, y empieza aquí en madrid, a los pies del Dueño, bajo las botas del Dueño.

21:36 las cosas han tomado un giro inesperado. el Dueño ha decidido despersonalizar al perro poniéndole la capucha y diciendo que no quiere ver su cara hasta mañana.
el Dueño recibió al perro con botas vaqueras repujadas negras, pantalón de cuero negro, al igual que el chaleco y los guantes. en cuanto estuve en su presencia caí de rodillas y comencé a lamerle las botas mientras El me ponía la cadena alrededor del cuello y cerraba el collar. estuvimos allí un buen rato, permitiendo que le acariciara, lamiera y oliera el cuero. empieza a embriagarse y entro pronto en subspace.
luego empieza a andar y me ordena que le siga a cuatro patas como el perro que soy. así lo hago hasta llegar al salón. El se sienta en el sillón y señala con la fusta entre las piernas abiertas y hacia allí me dirijo. sigo lamiendo, restregándome y acariciando su cuerpo encuerado mientras Ell no deja de hablar, diciendo que no soy nada, que le pertenezco, que sólo debo obedecer y poro a poco va "follando" mi mente. entonces el perro, que está tumbado en el suelo, se pone en actitud de adoración y baja la camiseta entregando la espalda al Dueño. el Dueño, inmediatamente capta la idea y pregunta si lo soportaré. acto seguido dice:
-¡Cuenta!
y el perro cuenta diez golpes de fusta de distinta intensidad que el Dueño le propina. ya el Dueño había advertido que este viaje sería intenso.
luego ordena al perro que se quite toda la ropa salvo las botas. el Dueño ve por primera vez la nueva jaula que el perro se ha puesto nada más llegar a barajas porque no viajó con ella puesta. es del agrado del Dueño.
luego ordena al perro que le quite los pantalones y empieza a masturbarse mientras el perro está a sus pies. luego pone la polla en la boca del perro y este comienza a comérsela y sigue la acción con los guantes, la fusta, la paleta de cuero que aparece de algún sitio. el Dueño sigue diciéndole cosas al perro que siente el dolor con sus genitales de una erección contenida por la jaula.
-Estás deseando que te ate- dice el Dueño. a lo que el perro responde con un movimiento afirmativo de cabeza.
el Dueño ata las manos del perro por delante para que pueda seguir masturbándole.
lo siguiente que aparece es una mordaza de bola que el Dueño pone al perro diciendo:
-Así deberías estar siempre, en silencio.
y el perro vuelve a asentir con un gruñido mientras sigue acariciando al Dueño recorriendo cada uno de los centímetros de su cuerpo. sus gemidos de placer son su recompensa. hasta que se corre con muestras de placer.
el perro va al baño y limpia al Dueño. cuando se ha recuperado dice:
-Ahora vas a ducharte, pero con eso puesto, refiriéndose a la mordaza.
nunca lo había hecho pero el perro obedece y sigue al Dueño al baño donde Este le ordena que se meta. el Dueño coge la manguera y ajusta la temperatura del agua. entonces se vuelve hacia él desde fuera y empieza a echarle agua como si estuviera lavando a un animal.
-Sube los brazos-ordena, y el perro obedece mientras el chorro de agua cae.
-Ahora date la vuelta -y el perro lo hace sin bajar los brazos. es humillante ser tratado como un animal, y profundamente excitante al mismo tiempo.
-¡Termina! -ordena mientras le pasa el jabón al perro, que termina como ordena el Dueño.
cuando sale tiene las botas de goma altas en el baño esperándolo. en todo el rato no se ha quitado ni la jaula ni la cadena al cuello, ni la mordaza de bola. el perro se siente un auténtico esclavo.
de allí pasamos a la cocina a comer. el Dueño tenía preparado para el perro su plato preferido.
en ese momento el Dueño cambió el chip y ordenó que estuviera normal y el perro podía hablar normalmente.
durante todo el tiempo el perro apenas habló.. algunos monosílabos y poco más. no fue así en la comida pero sólo ese rato porque nada más terminar el Dueño llevó el perro al dormitorio y volvió a amordazarlo con una mordaza de tela.
el Dueño se tumbó en la cama y el perro al lado y el proceso volvió a comenzar de nuevo. el Dueño empezó a hablar, a decirle cosas al perro como hipnotizándolo y el perro estaba entrando cada vez más en subspace. hablaba de que le pertenecía y que no era más que un objeto de su propiedad.
inmediatamente la fortaleza de la jaula fue puesta a prueba porque la erección fue espectacular.
-¿Ves?- decía el Dueño- Estás castrado, ya no tienes sexo. Desde hace un año no tienes pene, me pertenece.
así continuó un buen rato y el perro cada vez más dolorido porque su polla no quería sino salir mientras la jaula resistía.
y el perro gemía porque es cierto que tiene unas ganas terribles de correrse, hace más de tres meses que no sale la leche, pero a la vez reconocía que el Dueño tenía razón,s ería contraproducente. y aquí estaba el perro encerrado en una situación sin salida.
mientras la polla del perro se sublevaba intentando destruir la jaula que permanecía inalterable, el perro intentaba acariciar al Dueño lo mejor que le permitían sus manos atadas, mientras Este se seguía "follando" con sus palabras, y el perro usa ese término porque es así, violando su mente de perro, destruyendo cualquier resistencia, cualquier barrera, eliminando cualquier resquicio de ego que hubiera en su mente porque el perro no tiene derecho a nada, sino a obedecer y servir al Dueño.
seguimos casi hasta que el Dueño se corrió con gemidos de placer. a continuación dejó al perro en la cama para que durmiera una siesta pero antes le ató las manos a la espalda no con una cuerda sino con unas esposas de cuero. dejó al perro allí.
el perro cerró los ojos y cuando el Dueño volvió e hizo que los abriera ¡habían pasado cuatro horas! una siesta enorme.
el Dueño llevó al perro al salón. le quitó la mordaza de tela y la sustituyó por una cinta americana y le puso una capucha de cuero, la que sólo tiene orificios para la nariz y los ojos.
-Así te quiero, despersonalizado, siendo un objeto de mi propiedad- dijo el Dueño provocando una nueva erección en el perro.
-No quiero ver tu cara hasta mañana porque no eres nada. no vas a cenar y sólo te lo quitarás para beber por el calor que hace, perro, sin que yo te vea.
aquello estaba tomando un giro que no esperaba. el perro analizó su interior: nada. no había ni miedo, ni rechazo, ni cuestionamiento, nada, solo normalidad. el Dueño lo quería así y así iba a ser. entonces el perro se dio cuenta de lo sometido que estaba. en ese momento no había nada sino Su Voluntad y esa era su ley. no podía, ni quería, hacer otra cosa.
el Dueño dejó al perro solo mientras hacía algunas cosas y el perro se puso a escribir con capucha, jaula y botas, que no se había quitado desde que se duchara por la mañana.
cuando el Dueño hubo terminado sus cosas volvió a buscar al perro y lo levó a su habitación. el perro iba amordazado con cinta americana, tenía la capucha puesta y sólo llevaba la jaula y la cadena con el candado al cuello y las botas de goma altas.
allí se encontró con una silla a los pies de la cama del Dueño. lo sentó allí y procedió a atarlo. los pies, juntos y las manos a la espalda pero no muy juntas para que no fuera muy incómodo.
-Vas a estar así toda la noche, velando mi sueño ¿podrás hacerlo, perro?. el perro no respondió porque no se atrevía. ya ha aprendido la lección de decir algo y después defraudar a su Dueño.
-Mírate, no eres nada, un objeto de mi propiedad. no tienes derecho ni a usar una cama- decía El.
y la polla del perro de nuevo queriendo salir. el Dueño volvió a excitarse y se masturbaba oyendo al perro gemir en esa mezcla de dolor y placer. la cosa se calentó hasta el punto de que el Dueño se corrió echando su leche sobre las botas de goma del perro. para este fue como si lo marcara, como si lo limpiara de todo lo anterior y le diera una nueva vida como su objeto.
en la refriega llegó a decir:
-Vamos a tener que empezar a meter cosas por ese culo, que también debe estar taponado. no quiero que seas sino un juguete sexual. y en ese momento el perro se sentía así, como un mero juguete sexual.
el Dueño se levantó y estuvo haciendo sus cosas mientras el perro permanecía sentado, atado, esperando. ¿sería capaz de estar toda la noche velando el sueño del Dueño? se sentía capaz aunque sabía que mañana estaría hecho polvo. lo que le preocupaba era el calor y la capucha, la deshidratación.
el Dueño pareció leer, de nuevo, el pensamiento del perro porque en cuanto llegó dijo que lo había pensado y que le preocupaba la seguridad del pero así que había decidido hacer otra cosa con el objeto de su propiedad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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