hoy por fin han terminado las clases del master, con lo que supuestamente comienzan las vacaciones del perro. la cuestión es si realmente un perro tiene vacaciones o solo es una apariencia de ellas. terminar el trabajo durante algún tiempo y no tener que ir a clases no significa que no tenga que obedecer, someterse al Dueño, suplicar permiso para casi cualquier cosa y vivir en castidad.
cuando piensa en esto el perro siente un poco de vértigo, porque ya no hay marcha atrás, ni salida, ni escapatoria. da igual cómo se desarrolle la no-vida: trabajo, relaciones sociales, familia. la vida está determinada y dirigida por el Dueño. El pone los límites, las normas, lo que el perro debe y no debe hacer, lo que tiene y no tiene que hacer. el castigo por fallar es algo omnipresente y el deseo de no fallar el único motor del perro.
el ego sigue estando presente, eso es cierto, y a veces las resistencias existen, pero una vez vencidas, por las buenas o por las malas, se abre todo un nuevo mundo de sumisión para el perro.
muchas cosas cambiarán tras las vacaciones y el perro espera y desea que eso le lleve a una mayor profundización en la sumisión, a vivir más encerrado en casa, a relacionarse y hablar menos y a irse configurando tal y como desea el Dueño. eso es lo único que el perro desea.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
miércoles, 15 de julio de 2015
día 2008 de esclavitud, 95 de castidad
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