miércoles, 17 de junio de 2015

día 1980 de esclavitud, 67 de castidad

el perro tuvo hoy una intervención en el trabajo que no hubiera sido posible si, en su vida privada, no hubiera sido un esclavo sometido a su Dueño y entrenado por El. el hecho es que un compañero hizo algo, seguramente guiado por el ego, que no debería haber hecho y con la que ofendió a una usuaria. la usuaria se presentó enfadada, y con razón a juicio del perro. como sigue, aunque sólo sea por unos días, ocupando un cargo de responsabilidad, el perro tuvo que hacer frente a la situación. mandó el perro a buscar al compañero y éste, sencillamente, se escondió, desapareció del mapa para no tener que afrontar el conflicto que había creado por teléfono. ante esto, el perro se acercó a la usuaria y le pidió disculpas en nombre de la institución y que dejara el tema en sus manos. la usuaria se sorprendió que alguien se disculpara y pidiera perdón pero tuvo su efecto: se tranquilizó y se marchó mejor de lo que había llegado. como la hora de salida estaba próxima el perro no abordó al "compañero", pero no terminará la semana sin que lo haga.
el perro notó en su interior que el ego parecía enfadarse cuando pidió disculpas. realmente el perro no había hecho nada, ni había provocado esa situación pero era responsable por el cargo que ocupa. la gente normalmente piensa que no tiene que pedir disculpas a menos que se responsable de aquello por lo que tiene que pedir disculpas, pero la misma gente es especialista en quitarse responsabilidades de encima, con lo cual al final nadie se disculpa nunca en este santo pais: ni los políticos, ni la policía, ni los jueces, ni los diputados, ni los corruptos, ni los administradores, ni los abogados, ni....... si tomáramos como grado de perfección la inexistencia de disculpas, españa sería un estado perfecto con un ego que se desborda por sus fronteras.
el entrenamiento al que el Dueño ha sometido all perro le ha dejado con un ego tocado, lo que significa un orgullo igualmente tocado, y sin ego ni orgullo no hay problema en reconocer cuando uno tiene una responsabilidad y debe pedir perdón. por eso estaba la usuaria tan sorprendida, porque no estaba acostumbrada a que eso pasase. lo irónico es que el perro no sintió que su dignidad disminuyese, o que perdiese autoestima o valor, al contrario, se sintió extremadamente contento de haber realizado un acto como ese que conllevó la solución de un problema. ahora de lo que se trata es de hablar con ese "compañero" y de hacerle comprender que su ego no puede guiar su comportamiento y que si lo hace no dejará de meterse en problemas, de los que después huirá, como hizo con este.
esto sí que le parece al perro una tarea enorme.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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