viernes, 29 de mayo de 2015

minirelato

hacia tiempo que no salía una gota de leche, a pesar de que la máquina seguía emitiendo estímulos eléctricos a su culo y su polla. no podía moverse, fuertemente atado, pero las gotas de sudor caían libremente. el Amo sacó la mordaza en forma de polla de su boca y mientras babeaba y lloraba profusamente alcanzó a gemir:
-lo siento Amo. no volverá a pasar. no volveré a correrme. por favor póngame una jaula de metal y séllela. se lo suplico.
y lo repetía una y otra vez.

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