el consejo le condenó a un año de silencio. le quitaron todo el pelo de todo el cuerpo con laser. lo metieron dentro del traje de latex que se ajustaba completamente al cuerpo: cabeza, torso y extremidades. la capucha sólo tenía el orificio de los ojos y un agujero en la boca, donde metieron la mordaza consistente en un tubo que le impedía hablar pero que serviría para introducirle la comida, una pasta semilíquida. tendría que pedir permiso con señas para ir al baño o hacérselo encima y, durante un año, no emitiría ninguna palabra articulada.
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