muchas veces se ha hablado en este blog del hecho que el mundo está jerarquizado, existiendo una diferencia radical entre los que han nacido para ser obedecido y aquellos que nacieron para obedecer. a veces es difícil distinguir unos de otros. la educación que recibimos, la socialización, nos uniformiza e intenta eliminar las diferencias. sin embargo eso deseos, de mandar y de obedecer, no son fácilmente erradicables. están ahí y salen de vez en cuando.
el bdsm se basa precisamente en esas diferencias. no son algo que están ocultas, sino que al contrario, salen a la superficie y están siempre a la vista. en los locales y encuentros una mirada entrenada puede clasificar a todos los que están allí. a veces es por lo que lleva puesto, en ocasiones es por ciertas actitudes: una mirada, un gesto... el hecho es que lo que la sociedad pretende eliminar es lo que fundamenta una relación bdsm. el problema es cuando aparece la confusión, cuando uno mezcla lo que la sociedad quiere y el bdsm necesita. entonces hay esclavos que parecen Amos y Amos que se presentan como esclavos. esa confusión mata el bdsm.
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