una de las cosas que más sorprenden a los neófitos, a aquellos que se están introduciendo en el bdsm, es cómo maneja un Amo a su esclavos. para ellos es un shock con respecto a todos los valores e ideas con las que han sido adoctrinados a lo largo de su vida y durante toda su educación. para ellos es inconcebible que alguien pueda ser azotado o atado, u obligado a hacer determinadas cosas, obedeciendo sin rechistar. para ellos es humillante, y lo es.
lo que ellos no han descubierto aún, pero que sienten en su interior si son sumisos, es que eso es precisamente lo que los esclavos quieren, buscan y desean; y que están profundamente agradecidos a sus Amos por dárselo. obedecer es un regalo para un esclavo, al igual que ser azotado, atado u obligado a hacer determinadas cosas. por eso en las sesiones, incluso de spank, siempre hay un "gracias, Señor" o un "gracias, Amo", después de cada golpe.
en el caso de hoy el esclavo es uno de los afortunados, porque su Amo le permite oler su cuero, y a través de éste, su esencia, sus genitales. aunque hay fuerza, o violencia, no está siendo obligado. en el fondo es un regalo del Amo y los esclavos estamos siempre agradecidos a que sean tan generosos.
los neófito pronto aprenden esta lección, de hecho es la primera que deberían aprender porque sin ella no pueden progresar en el bdsm.
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