cuando el perro ve una imagen como esta, inmediatamente lo primero que le viene a la cabeza es "esto es lo que soy", "yo soy eso", "nací para eso". no viene ninguna idea de rechazo, pudor, crítica o escándalo. al contrario, lo que siente es una identificación plena con el esclavo que está en esa situación. por supuesto no siempre fue así. ha llevado un largo proceso conseguir quitarse todos los añadidos y todas las cargas que una educación burguesa ilustrada había puesto sobre la mente del esclavo. pero ahora ya puede afirmar sin tapujos que su verdadera naturaleza es esa, que nació para estar de rodillas ante su Dueño, esposado, con una capucha que le prive de identidad porque no es nada ante El, y posiblemente amordazado. pero sobre todo, como mayor símbolo de su condición, el collar alrededor del cuello que lo identifica como un esclavo con Amo, con Dueño, como la propiedad de alguien que puede hacer con él lo que quiera.
inmediatamente después de ese sentimiento de identificación viene otro, el de tranquilidad, paz, equilibrio y cierta envidia, porque ahora al perro le gustaría estar así, como está ese esclavo. sólo en ese estado el perro se siente en armonía con el mundo, con el resto de la sociedad y consigo mismo. sólo así.
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