el silencio no es una opción para el esclavo, es un mandato, una obligación, una orden. en el silencio el esclavo no se equivoca, no opina, no habla, no dice, sencillamente oye lo que su Amo diga. porque sólo la palabra del Amo es la que debe oirse y sólo ella debe ser obedecida. un esclavo no debe hablar hasta que su Amo se lo ordene. los esclavos podrían ser perfectamente mudos porque nada que digan merece la pena. el esclavo recuerda que cuando está en casa del Dueño, éste pone una libreta al lado del perro para que escriba si necesita algo y así no tenga que hablar. además pasa la mitad del tiempo amordazado así que una simple libreta se convierte en algo muy útil. definitivamente el silencio es fundamental para un esclavo.
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