lo peor de los días maratonianos que tiene el perro es que llega un momento en que la jaula no molesta, sino que duele, que pincha el escroto y lo deja muy dolorido. hoy el perro entró en el trabajo a las ocho menos cuarto y salió a las siete y media de la tarde. estaba sudoroso, cansado y dolorido, pero el día estuvo bien. fue fructífero y el perro llevó la jaula con dignidad y orgullo todo el día, honrando a su Dueño. mucho trabajo, muchos problemas, muchas cosas en la cabeza, ese ha sido el día.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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