a veces el perro piensa que está todo dicho y que no puede decir nada más sobre las botas y el cuero. sin embargo el perro no puede dejar, ante imágenes como la de hoy, de mirar. su atención se centra en elementos como estos sin poder evitarlo.
entonces la mente del perro corre y se deja llevar. se imagina al Amo que las llevaría, los esclavos que las habrán lamido, y las mazmorras que habrán pisado. pero sólo son sueños y fantasías. la única realidad es que estas botas existen y están ahí para ser admiradas y veneradas.
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