la jaula ha vuelto a pinchar hoy, y bastante. sin embargo el perro no lo ha vivido como algo negativo sino como un recordatorio de su condición.
ha sido un día de reuniones y decisiones como cada día de trabajo. es una condena para un esclavo pero hay que hacerlo y el perro sigue las instrucciones del Dueño que quiere que el perro haga bien su trabajo.
el perro no puede entrar mucho en detalles porque hay cuestiones personales por medio, de personas concretas, pero sigue adelante, confiando en que llegue pronto el Gran Salto y pueda servir al Dueño como El se merece.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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