el perro ha pasado los 300 días de castidad en un turno de 12 horas en el trabajo. no hay mejor forma de pasar un día para un esclavo.
fue un día lleno de actividad y de reuniones, así como de toma de decisiones. también tuvo el perro que soportar algún que otro ataque de ego en el trabajo, no del perro sino de una compañera. fue algo triste y patético, una fuente de vergüenza ajena. a veces el ego se vuelve problemático porque convierte a las personas en socialmente disfuncionales, cuando el ego es lo único que los guía. entonces gritan, se alteran y pierden los papeles en un intento de tener razón.
cuando el egoísmo es más importante que cualquier otra cosa, algo va mal. lo más sorprendente para el perro es que no sintió rabia, ni se enfadó, sencillamente sintió verguënza ajena. cree que eso es lo más triste que se puede decir de alguien.
el perro entró en su trabajo a las ocho de la mañana y salió a las ocho de la tarde, llegando a casa sobre las nueve con apenas ganas de comer y acostarse. a pesar de todo fue un día aprovechado, muy aprovechado.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
lunes, 9 de febrero de 2015
día 1853 de esclavitud, 300 de castidad
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