día 1852 de esclavitud, 299 de castidad

el perro se ha autoimpuesto un ritmo de publicación muy intenso, fuerte, constante. dos entradas diarias, aunque deberían ser tres, tal vez sea mucho, sobre todo porque a veces, como habrán podido comprobar los lectores, no tiene mucho que contar. supone el perro que debería reconsiderar ese ritmo, si es conveniente o si tal vez sería mejor dejar más tiempo entre las entradas, escribir cuando tuviera algo que decir. teme el perro que entonces lo que ocurra sea que publique aún menos y el tiempo se prolongue aún más.
este blog es un ejercicio de sumisión, de entrega, de obediencia, una herramienta para profundizar en su vida como perro y como esclavo. y esa vida a veces es como hoy, sin grandes cosas, sin grandes novedades, sencillamente una vida tranquila, intentando descansar de una semana de duro trabajo, que no es descanso realmente. al ser un trabajo intelectual, no termina como un horario de oficina, sino que el perro se lo trae a casa y trabaja incluso los fines de semana, o lo intenta al menos.
hoy el perro se ha puesto a poner al día el blog y se ha dado cuenta de lo desatendido que lo tenía, pero no es una mera cuestión de temporalización, de que publique o no, sino en la forma que tiene el perro de destaparse, de quitarse el ego de encima y de profundizar en su sumisión. retrasarse en el blog es retrasarse en al esclavitud.
al final del día el blog estaba actualizado, al menos las entradas, porque faltaba la aprobación del Dueño. esta semana el perro irá publicando esas entradas poco a poco, y espera que lleve las siguientes al día, de forma que ya no se produzcan más retrasos. es un deseo que el perro ha tenido a menudo últimamente, pero cuanto más lo desea, más parece que no lo consigue porque más presente se hace la no vida.
el nuevo cargo del perro, que ya no es tan nuevo, hace que su no-vida le absorba gran parte de su energía y debe recuperarse durante los fines de semana, que es el tiempo que casi exclusivamente tiene para descansar. en momentos como este, cualquier trabajo encargado por el Dueño parece una carga menos pesada.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.