el perro tuvo un día de esos en que, de no tener la jaula, se habría pasado todo el tiempo masturbándose, una y otra vez, sin parar, hasta llegar a irritarse. eso es lo que hubiera pasado de no haber sido un esclavo.
sin embargo el perro no es un perro callejero, sino uno domesticado y casero y no se tocó siquiera, a pesar de que mantuvo una conversación muy subida de todo con el Dueño. su cuerpo reaccionó frente a eso y tuvo una erección, pero no pasó de ahí.
con permiso del Dueño el perro fue a comer fuera al mediodía y le llamó la atención que vio a dos tios con botas por la zona de santa catalina, unas vaqueras y otro tipo botos camperos. es cierto que hace frío, algo extraño por aquí, y parecen las botas el calzado más adecuado pero no es normal que se lleven, o encontrar tíos que las lleven porque las mujeres sí que las usan. por supuesto la calentura del día hizo que el perro se fijara más pero la jaula le recordó que sólo podría mirar y que la posibilidad de pasar de ahí había desaparecido para siempre.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
sábado, 17 de enero de 2015
día 1830 de esclavitud, 277 de castidad
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