una novedad de los últimos años es la integración del cuero como material aceptable en las prendas formales. hoy es posible ir de esta guisa al trabajo, condicionado por el clima, sin duda. el perro trabaja en una zona calurosa, y ya es raro que lleve botas, pero lo hace. una chaqueta de cuero sería muy extraño, además de poco práctico. pero el perro no duda de que en lugares como berlín, el cuero ha entrado a formar parte del fondo de armario de muchos que lo usan de esta manera sistemática en su vida diaria, sin vinculación necesaria con el fetichismo. al perro le gustaría que fuera así, pero también es cierto que se perdería parte de su encanto y de su misterio. vestirse para una sesión es el primer acto de la misma, y predispone psicológicamente. si esas ropas se llevaran diariamente, perderían parte de su magia.
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