lunes, 3 de noviembre de 2014

día 1755 de esclavitud, 202 de castidad

como ordeño que es, lo de ayer no reinicia la cuenta. más de 200 días sin un orgasmo y el temor de que llegué un año, e incluso dos, sin tener uno ¿y si es el resto de la vida del perro?. aún así parece que es necesario vaciarse de vez en cuando por cuestiones de salud. incluso sin ser por ese motivo, el perro ha comprobado que cuando se ordeña, su ansiedad disminuye, especialmente si usa el dildo, el butt-plug. la mezcla de dolor y estimulación prostática que produce ayuda a rebajar la necesidad y el estrés provocado por la castidad prolongada. es una posible solución, al menos en el caso del perro. el hecho de meterse algo en el ano resulta muy humillante y mantenerlo ahí un tiempo calma las ansias del perro, le hace bajar la calentura.
esta mañana, tras ducharse, el perro se ha puesto la jaula de metal. la de plástico quedó inutilizada ayer al romperse el aro que la unía a los genitales. ahora sólo podrá el perro usar esta de metal, más pesada, ruidosa y calurosa.
siguiendo órdenes del Dueño, grabó el perro un video donde se veían las botas, la jaula y la mordaza que el perro se había puesto para grabarle. ya es el tercero que graba el perro antes de ir a trabajar y mucho se teme que se convertirá en una práctica habitual, no tanto porque lo ordene sino porque al Dueño le agrada y eso es suficiente para que el perro lo haga, precisamente por eso, para agradar a su Dueño y Señor. de hecho a media mañana se fue al baño del trabajo y se sacó una foto de las botas y de la jaula y se las envió al Dueño como indicativo de que pensaba en Él y lo tenía presente.
hoy, además, el perro ha ido con las botas relucientes, lustrosas, recíén betunadas. sólo faltaba el collar para que el perro fuera con su "uniforme" completo. sabe que eso no fallará tras el Gran Salto. no dejará de usar botas, y de lelvar la jaula y el collar, de manera permanente, siempre.
la señal de que ayer el perro no tuvo un orgasmo es que hoy se siente igual de perro que ayer, aunque con menos ansiedad. si hubiera tenido un orgasmo tendría que estar luchando con el ego que querría engañarle, mostrándole que es un hombre, que tiene derechos y que es libre. cualquiera podría decir que el calentó es el que hace pensar cosas equivocadas al perro y que, cuando éste termina, vuelve a la normalidad. sin embargo es justo al revés. cuando la tensión se relaja, el ego aprovecha para plantear una forma diferente que no se corresponde con la verdadera naturaleza del perro. por eso hoy, aunque la ansiedad de ayer se haya reducido, el perro sigue en tensión, sabiendo que es un perro y que no es humano.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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