el perro reconoce la sabiduría del Dueño. nunca pensó que un castigo tan "simple" fuera tan efectivo y doloroso. aún quedan unos días para que termine, aunque el perro sabe que el Dueño puede prolongarlo si considera que no ha sido suficiente. es algo que escapa completamente al control del perro.
las sensaciones que tiene son varias, desde la vergüenza hasta la ansiedad, el temor y, extrañamente, un profundo sentimiento de sumisión. ahora que va sin botas y sin jaula nunca ha tenido el perro tantas ganas de llevarlas.... permanentemente. es como una especie de droga, una vez probada no quieres dejarla y quieres seguir teniendo más y más. basta no tener algo para desearlo más ardientemente.
esta es la versión positiva porque hay una negativa: el perro ha vislumbrado lo que sería una vida sin esclavitud, en libertad. no tener el pene enjaulado es una condena para un perro esclavo.
de igual forma el suelo parece menos firme si no se pisan con las botas que el Dueño ha ordenado al perro llevar. al final del verano llevarlas era costoso pero ahora el perro lo añora. incluso el tiempo de verano que no las llevó se le hizo muy largo. el perro sigue pensando que nació no para vivir donde vive, sino en un lugar frío y húmedo, donde llueva y haga frío y pueda llevar botas y cuero todo el año.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
jueves, 16 de octubre de 2014
día 1737 de esclavitud, 184 de castidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario