domingo, 12 de octubre de 2014

día 1733 de esclavitud, 180 de castidad

el perro ha obedecido la orden del Dueño de enviar una reflexión sobre el comportamiento. el perro fue completamente sincero y transparente. la distancia no permitió saber la reacción del Dueño, lo que pensó cuando leyó el email. la respuesta fue clara: "Ponte el castigo tú mismo". El perro estuvo pensando y propuso dos: la primera llevar las pinzas en los pezones durante una hora. la otra era masturbarse. cualquiera podría decir que esto último no es un castigo, pero para el perro sí lo es. la vergüenza de hacer fallado se uniría a la vergüenza de volver, aunque fuera por unos minutos, a ser un hombre.
el Dueño contestó que ninguno de los dos. el castigo impuesto ha sido prohibición de usar la jaula, y también las botas, durante una semana. además añadió "Y si durante ese tiempo, quieres masturbarte, te masturbas". esto último fue la gota que colmó el vaso del ánimo del perro porque el perro se sintió como si el Dueño hubiera abierto la puerta de la calle y hubiera dicho: "Ahora, además fuera".
no parece un castigo duro pero quien piense eso no conoce el interior de un esclavo. la jaula y las botas mantenían al perro vinculado con su naturaleza más profunda. ahora se siente abandonado, perdido. es parte de su castigo.... es su castigo.
esto sumió al perro en la tristeza. no suele ser el perro castigado a menudo, y menos por esto, pero esta vez ha sido justo y merecido.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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