miércoles, 1 de octubre de 2014

día 1722 de esclavitud, 169 de castidad

últimamente el perro tiene la sensación de que, dependiendo del día, le crecen los problemas y de uno sale otro; y de éste otro, y así sucesivamente en una especie de espiral sin fin. aceptar el cargo que ocupa, con permiso del Dueño, fue un riesgo. el ego podría haber usado la coyuntura para crear una situación comprometida, haciendo dudar al perro de su sumisión. la experiencia ha demostrado que ese temor era infundado, que al contrario el perro se siente más sumiso que nunca.
buscando el origen de esto el perro encuentra que puede estar en que tomar decisiones cada vez le angustia más, le suscita temor y ansiedad. no a todo el mundo le pasa lo mismo. al Dueño le encanta tomar decisiones, se siente vivo, le gusta, es lo que hace. por eso El es el Dueño y el perro es de su propiedad. no hay que emitir ningún juicio moral. no es mejor el que toma las decisiones que el que las obedece. de esta forma todo queda en orden. tomar decisiones diariamente desequilibra al perro, al menos sabe que esto no puede durar indefinidamente, que no es así ni le gustaría vivir así. saber que en su vida real es el Dueño el que las toma produce el efecto contrario: le tranquiliza.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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