el fin último de todo entrenamiento en el bdsm es "romper al esclavo". por romper se entiende quebrar su voluntad, convertirlo en un ser obediente y sumiso. lo peculiar es que esto no se hace en contra de su voluntad, sino porque es precisamente lo que quiere y desea. todo esclavo, en el fondo, cuando se arrodilla ante un Amo, suplica que eso ocurre, desea que esto ocurra, suplica para que esto ocurra.
el entrenamiento es, por tanto, una lucha contra sí mismo. guiado por el Amo el esclavo desea desandar el camino recorrido hasta ahora, su vida, su toma de decisiones, las ideas que le han inculcado sobre la libertad, la independencia, el hacerse a si mismo. en su proceso de conocimiento ha visto que esas ideas le han apartado de su ideal, de su camino hacia la felicidad. el Amo sabe esto también y ayuda al esclavo a conseguir su objetivo.
hay muchas formas de saber si se va avanzando: la forma de hablar, el lenguaje corporal, pero sobre todo la forma de mirar. por eso sabemos que este esclavo está en camino, pero aún no ha conseguido su objetivo. su ego sigue activo y en funcionamiento, controlando su voluntad y haciéndole creer que es libre.
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