decir que no hay mejor calzado que las botas y mejor material que el cuero para un fetichista no tiene mucho mérito. sin embargo, para él, es una realidad palpable y evidente.
mirando la FdD de hoy, un perro fetichista como el que escribe no puede evitar ponerse a salivar desconsoladamente porque añora las botas de su Dueño. su mirada va sin quererlo hacia el suelo, hacia ese cuero duro y brillante que protege los pies y que pone en contacto al esclavo con la realidad, con su Amo y con todo aquello que ha buscado siempre. por eso su mayor deseo, su mayor aspiración es vivir bajo las botas de su Dueño.
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