martes, 9 de septiembre de 2014

día 1700 de esclavitud, 147 de castidad

por cuestiones de cuentas y del destino han coincidido hoy dos hechos importantes, el cumpleaños del perro y 1700 días de esclavitud. eso hace poco más de cuatro años y medio... casi cinco. es un número redondo.¡casi cinco años! que pertenezco al Dueño. ¡cómo pasa el tiempo!
el perro quisiera que hoy fuera un día especial. tal vez sería ideal pasar el día en una sesión sin descanso, lamiendo botas, estando atado y amordazado todo el día, terminando tal vez inmovilizado o encadenado en una mazmorra.
sin embargo no va a pasar, porque el Dueño está lejos. tampoco tiene que ser así. hay algo especial en lo cotidiano, en lo constante, en lo ordinario, en lo que permanece. ¿para qué tener un día se sesión permanente si mañana estarás sólo y abandonado, sin Amo?
el perro sabe que, pase como pase el día, mañana seguirá igual que hoy: esclavizado y sometido. las botas y la jaula recuerdan qué es el perro.
hoy, aún siendo un día diferente, no es más que un día entre otros. hoy el perro es un esclavo, y mañana será un esclavo, y lo será, si el Dueño lo desea, hasta que alguno de los dos desaparezca. en cualquier caso eso escapa al control del perro que cada vez lleva más candados y tiene menos control sobre las llaves. el collar, la jaula ¿qué más vendrá?... todo lleva llave, y las llaves las tiene el Dueño.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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