sábado, 30 de agosto de 2014

minirelato

la mordaza le llenaba toda la boca hasta casi producirle arcadas. sin embargo fue la capucha lo peor. cuando el Amo tiró de los cordones notó como se pegaba a su cara apretando la mandíbula y enterrando así más la mordaza, a la vez que lo sumía en la oscuridad y el silencio. a veces se sorprendía que pudiera respirar aún.

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