el propio perro es el principal sorprendido del tiempo que lleva en castidad, incluso habiéndose ordeñado delante del Dueño. nunca pensó que podría estar tanto tiempo sin un orgasmo. de hecho algo se está produciendo en su interior, un cambio, un nuevo proceso: ya no es que no quiera correrse sin permiso del Dueño, sino que no pueda hacerlo. la última vez que lo hizo, aún delante de El, fue una experiencia desagradable, nada gratificante, incluso dolorosa o molesta.
el perro se siente bien con la jaula, pero ya no tanto sin ella, de hecho no se siente bien sin ella. es una especie de contradicción porque es la negación de la afirmación lo que hace que la afirmación sea tan excitante. saber que no podrás volver a masturbarte "libremente" deja una extraña sensación en el perro.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
sábado, 16 de agosto de 2014
día 1675 de esclavitud, 122 de castidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario