el Dueño volvió a dejar dormir al perro bastante y cuando se levantó lo dejó desayunar y ducharse, como todos los días. el Dueño es muy estricto con eso, algo que tiene el perro también: nunca descuidar la higiene, aunque en este caso, previo a la ducha, el Dueño bañó al perro con su orina de nuevo. es una práctica que se está haciendo común, posiblemente se vuelva normal, ser orinado por el Dueño antes de ducharse. es otra forma de limpiar. es una práctica que el Dueño ha adquirido "recientemente". lo primero que hizo fue ordenar al perro que se tumbara en la bañera y luego ordenó que éste se orinara sobre sí mismo. aún no había terminado cuando el Dueño empezó a orinar al perro. primero fue el pecho, y luego fue subiendo hasta llegar a la cara. sentir el líquido caliente sobre el cuerpo y la cara del perro es una experiencia humillante y fantástica. la humillación es el alimento del esclavo.
a continuación el perro se lavó y se duchó adecuadamente. al salir no pudo evitar mirarse en el espejo de nuevo y ver la cadena con el candado al cuello y la jaula de metal en sus genitales y le consiguiente sentimiento de que era un perro esclavo.
cuando salió del baño el Dueño le ordenó que fuera a la habitación, y allí lo encontró vestido de cuero, tumbado sobre la cama. a orden del Dueño el perro se quitó la ropa dejándose las botas. el Dueño le puso unas esposas de cuero y lo amordazó con varios trozos de cinta americana.
-Ahora, ¡relájame!- ordenó- ¡Haz que me corra o te castigaré!
y el perro se colocó entre las piernas del Dueño y empezó a trabajar la polla de su Amo para que se excitara y se relajara corriéndose. estuvo un buen rato meintras oía sus gemidos. entonces el Dueño le puso un antifaz de cuero con lo que no veía nada. el perro siguió excitando a su Dueño casi sni voluntad, sin libertad. era un mero objeto de placer. no existía nada salvo dar placer al Dueño en aquel lugar y en aquel momento concreto. entonces el Dueño cogió una cuerda bastante gruesa y la ató alrededor del cuello del perro y de ahí a los genitales, creando una enorme tirantez.
-¿Ves?, no eres nada -decía- sólo un juguete sexual que uso a mi capricho.
durante todo el tiempo el perro sintió el dolor de la erección contenida por la jaula. es una gran sensación de impotencia cuando no puedes hacer nada para evitar que la excitación se convierta en dolor. la carne nunca podrá vencer al metal, y el candado nunca se romperá por mucho que presiones la inútil polla del perro.
al final, viendo la impotencia de su perro, el Dueño se corrió y sintió el placer que el perro tanto deseaba darle.
el perro quedó allí, tirado en la cama mientras el Dueño se limpiaba y volvía. entonces lo colocó boca arriba, le quitó las esposas que sustituyó por cuerdas y le ató fuertemente los pies. aún seguía amordazado y con los ojos vendados, en oscuridad.
-Así te vas a quedar un buen rato. ¡Descansa! -dijo el Dueño.
el perro estuvo unas dos horas así, según le dijo el Dueño más tarde, en completo silencio y oscuridad, completamente atado.
el Dueño lo desató para llevarlo a comer y, cuando terminaron y descansaron algo, el dueño llevó al perro a dar una vuelta por el centro, embotados por supuesto. fnac, gran via, y finalmente un refresco en chueca, nunca olvidando quién está al mando y quien obedece a quien. para el resto de los mortales seríamos dos amigos paseando. una amante de las botas gay tal vez hubiera pensado que éramos pareja y que nos iba el rollo botero, un 50% de aceite. pero sólo una AMo o un esclavo habría caído en la cuenta de la cadena que llevaba al cuello y de la actitud sumisa y de respeto de uno frente al otro.
para todos era algo "normal", pero Dueño y esclavo estaban viviendo lo que pocos, muy pocos considerarían "normal", una relación de Dominación/sumisión.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
domingo, 3 de agosto de 2014
día 1662 de esclavitud, 110 de castidad
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