sábado, 2 de agosto de 2014

día 1661 de esclavitud, 109 de castidad

otro día a los pies de mi Dueño. la verdad es que el día ha sido algo tranquilo, pero como hemos dicho en otras partes del blog, no vivimos una película porno, sino una relación de sumisión y obediencia donde El ordena según sus necesidades y el perro obedece según esas órdenes.
por la mañana el Dueño tenía que hacer, así que, tras ducharse y desayunar, puso al perro a trabajar como ayer. a cualquiera esto le puede parecer una pérdida de tiempo, pero el perro no ha tenido en meses la posibilidad de ponerse a trabajar así y lo está disfrutando muchísimo, eso sí, con la jaula y la cadena alrededor del cuello.
el perro está escribiendo todo en un cuaderno, porque no trajo el ordenador. sólo espera que no tarde mucho en teclearlo.
sin embargo la cosa no iba a quedar ahí. al rato de estar trabajando, la verdad es que fue bastante rato, el Dueño mandó a comprar algunas cosas que hacían falta, entre ellas film transparente, a un mercadona cercano. no hace falta ser un lumbreras para saber la función que tendrá ese film próximamente.
el perro fue en vaqueros, con un polo, la jaula, la cadena y las botas sendra que el Dueño tiene aquí del perro para cuando éste venga. hasta ahora el perro no se las había puesto en esta ocasión, pero se sintió muy a gusto con ellas, a pesar de que las encontró más curradas de lo que recordaba, un simple problema de percepción.
andar por madrid con botas sendra, a pesar de que hoy bajaron bastante las temperaturas, es un inequívoco signo de fetichismo botero. alguien tuvo que darse cuenta, aunque nadie lo expresó.
al llegar a casa, el perro se sentó en el cuaro de estar, en la silla donde ayer el Dueño usó al perro y, con permiso del Dueño, se quitó la camisa para refrescarse. tras una pequeña conversación, el mismo Dueño metíó el pantalón por dentro de las botas y procedió a atar al perro. primero fueron las manos a la espalda, luego las botas y, para completar el panorama, una mordaza de bola de goma que apretó fuertemente tras la nuca.
y entonces comenzó a hablar al perro y a decirle que no era nada y que era un ser inferior y todas esas cosas que había dicho ayer y que dice últimamente al perro. lo extraño fue que, no por repetidas, pierden fuerza porque inmediatamente el perro entró en un profundo subspace y volvió a empezar el ciclo de erección-dolor-erección. la jaula se ha convertido casi en un tormento permanente.
así siguió un espacio corto de tiempo hasta que quitó la mordaza de bola y la sustituyó por varias vueltas de cinta americana negra alrededor de la cabeza del perro. estaba tan tensa y pegada que notaba como estiraba los orificios de la nariz haciendo difícil respirar. las piernas estaban fuertemente atadas, al igual que las manos a la espalda.
y entonces el Dueño empezó a hacer breath control, como ayer, sólo con una mano, tapando la nariz. primero lo hizo con un trozo de tela sobre las fosas nasales, pero luego usó su propia mano. dos veces fueron suficiente para que el perro se revolviera, y la jaula convirtiera en tortura su erección. también bastó eso para que el Dueño se corriera viendo al perro sufriendo indefenso.
cuando terminó, el perro estaba en un estado tan profundo que no era capaz ni de mirar al Dueño. no había ninguna barrerra, ningún vestigio del ego. el perro se sentía completamente dominado y apenas podía siquiera hablar. lo único que pensaba era "ojalá pudiera vivir en este estado toda la vida". seguramente sería imposible hacerlo, pero sí que le gustaría mantenerlo la mayor parte del tiempo.
aún atado, el Dueño le puso una capucha al perro, la que ha usado últimamente que es la que sólo tiene un orificio para la nariz. esto sumió al perro en la oscuridad y, no conforme con eso, el Dueño tapó los oídos del perro con unos cascos como los que usan los obreros para protegerse del ruido.
el perro pensaba que no podría bajar más en el subspace, pues aún bajó otro escalón. de pronto se sintió un ser sin voluntad, sin capacidad de elegir, sin deseos ni libertad. el perro se sintió un auténtico objeto, como hipnotizado. estaba en una estado muy, muy profundo de sumisión. y estuvo así un buen rato, a oscuras y en silencio interior y exterior.
cuando el Dueño llegó y le quitó todo eso, el perro seguía completamente "¿alienado?", como ajeno a él mismo, no podía mirar al Dueño, así que mantuvo la vidta fija en el suelo mientras lo llevaban a la cocina a comer y le desataba las manos que aún tenía atadas a la espalda. pocas veces el perro se había sentido así y le costó varios minutos volver a la "normalidad".
por la tarde perro y Dueño fueron al museo del prado. hacía años que ninguno de los dos iba, así que fue una experiencia interesante para ambos. estar con el Dueño delante de velazquez, tintoreto o el greco no es algo que muchos esclavos puedan hacer. la sumisión no es estar siempre atado y amordazado, ojalá, sino que también es estar al lado del Dueño mientras disfrutan ambos del arte.
después de llegar a casa y descansar un poco, salimos a cenar al vips, otro de los rituales de las visitas del perro al Dueño. estuvo muy bien. fuimos los dos con nuestras sendras, y el esclavo dejando vislumbrar su cadena y su candado alrededor del cuello. es bastante discreto y sólo los que están en el rollo serían capaces de identificar el significa del símbolo.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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