no hay misterio aquí, todo está claro y evidente: un Amo con su esclavo. el Amo está todo de cuero, con su látigo, símbolo de su poder efectivo y con la correa sujeta a alguna parte de su uniforme.
por otro lado el esclavo, sin derecho a hablar, semidesnudo y con la cadena y el candado al cuello. además de eso lleva otro collar del que pende su correa. el amo de cuero, el esclavo de neopreno, con las manos atadas a la espalda.
así son las cosas, así deberían ser, unos arriba y otros abajo, unos mandando y otros obedeciendo, en una jerarquía que equilibra todo y que da sentido a la realidad.
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