la humillación puede adquirir muchas formas, puede ser un insulto escrito en tu frente, estar atado a una correa de perro, pisarte el pie con la bota del Amo o sencillamente obligarte a lamer la rueda de tu moto. lo importante en esto no es tanto la forma, cuanto en fin. de hecho hay cosas que para algunos no son humillantes pero para otros sí, como por ejemplo, lavar los platos o estar desnudo. todo depende de la historia persona de cada esclavo. sin embargo, bien sea con una cosa o bien sea con otra, el objetivo de la humillación en un esclavo es reducir su ego, atacarlo para que huya y se esconda. el ego es esa parte de nosotros que se alimenta del orgullo y la soberbia, que nos compara y siempre quedar por encima. es esa parte que quiere siempre salir ganando, que quiere ver a los demás desde arriba, que no nos deja ser nosotros mismos. la humillación es una herramienta imprescindible en el entrenamiento de un esclavo y debe siempre estar presente. al ego no se le puede dar tregua en ningún momento, a riesgo de desandar el camino andado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario