jueves, 26 de junio de 2014

día 1624 de esclavitud, 72 de castidad

ya está, ya ha aceptado el perro. a partir de julio el perro empezará a ocupar un nuevo cargo, con nuevas responsabilidades. será duro porque significa más trabajo, y habrá que retrasar las vacaciones, pero es un nuevo proyecto, y eso anima al perro. salir de la zona de confort es la única forma de aprender algo nuevo, y esto es una salida en toda regla. aún no es público, así que puedo seguir en el trabajo como si nada hubiera ocurrido, lo cual es medianamente cierto. seguirá el perro teniendo algunos momentos de tranquilidad hasta que salte la liebre, entonces se habrá acabado eso de estar tranquilo.
es cierto que el nuevo cargo significa tomar más decisiones, pero eso puede tener una contrapartida, porque, para un esclavo, tomar más decisiones significa añorar el momento en que no tenga que tomarlas, es decir, añorar la sumisión de una forma más radical y absoluta. eliminado el ego de la ecuación, se produce una situación de contrapeso: a más decisiones, más sumisión. es una paradoja, una contradicción aparente. a eso se agarra el perro, porque eso es lo que va a pasar.
aún así no puede evitar el perro cierta alegría porque se reconoce su trabajo, aunque sea en su no-vida. todo el esfuerzo ha merecido la pena. espera que, con ayuda del Dueño, siga así.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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