el perro entró hoy en el trabajo a las siete y media de la mañana y salió a las seis de la tarde, llegando a las siete a casa. fueron doce horas de intensa no-vida. trabajo y más trabajo pero sobre todo lo que lleva peor el perro, como se habrá podido comprobar en los post, son las relaciones que se establecen, de presiones y luchas. eso es lo peor, lo más agotador.
cuando llegó, pocas ganas tenía de sentarse a escribir, y tampoco le saldría nada que mereciera la pena. ojalá termine pronto esta etapa y pueda el perro volver a cierta normalidad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
miércoles, 4 de junio de 2014
día 1602 de esclavitud, 50 de castidad
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