nada hay más sublime para un esclavo que arrodillarse junto as u Amo. con ese gesto está diciendo: "soy suyo, puede hacer conmigo lo que quiera". no hacen falta palabras, se dice con el cuerpo.
el Amo también habla con sus gesto. al poner la mano con el látigo sobre su espalda está diciendo "te acepto y te haré mucho mejor de lo que eres".
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