martes, 22 de abril de 2014

día 1559 de esclavitud, 7 de castidad.

el perro estaba hoy en el trabajo, sintiendo la jaula entre sus piernas cuando de pronto ha sentido un dolor, como un pinchazo. aprovechando un momento de soledad se ha mirado y resulta que, nuevamente, se había roto el anillo de la jaula, y estaba pinchando la piel. ha sido justamente lo mismo que pasó con la anterior en madrid hace siete meses apenas. aún le queda al perro otro aro que puede usar, pero teme que se rompa pronto. desde luego las jaulas de plástico no se están manifestando como algo muy resistente. tal vez sea porque son la versión barata, pero el perro intuye que las caras, las que cuestan más de cien euros, no serán mejores.
aún tiene la de metal, pero el perro no sabe si podrá hacer su vida normal con ella. es más ruidosa, voluminosa y, a veces, incómoda; pero son irrompibles en ese sentido.
lo interesante de todo esto, siempre hay que buscarle algo positivo, es que incluso rota, el perro tuvo que hacer un enorme esfuerzo para quitársela. y además, una vez hecho, se sintió completamente desnudo. parece un hecho evidente que el perro ya no puede vivir sin la jaula, que sería una condena volver a tener "libres" los genitales. desde la primera vez que se la puso, algo se rompió en su interior: cualquier resto y posibilidad de libertad. por supuesto que puede vivir sin ella, especialmente si pasara algo y no representara ya más el control que ejerce el Dueño sobre la sexualidad de su perro, pero no sería una vida auténtica. sólo sería un espejismo de vida.


"Busca una solución, porque lo que está claro es que no puedes estar sin jaula". estas fueron las palabras del Dueño en la conversación que mantuvimos a raiz de la ruptura del aro de la jaula. es el tercero que se rompe desde que el perro empezó a llevarlas y sólo le queda uno de la jaula nueva. el Dueño siempre lo vio como algo temporal. El siempre quiso una de metal y esa será la que el perro lleve definitivamente. de hecho en el último viaje fue la única que llevó. tal vez esta nueva ruptura sea una señal de que debe hacer el cambio ya, dejando la de metal para algunas cosas o de repuesto.
el hecho es que la de metal plantea algunos problemas, como que suena un poco más cuando el candado choca contra el metal, o que no se puede llevar con cincha, sino con candado. también plantea al perro algún problema con la actividad física, y, aunque tiene menos piezas que la de plástico, también tiene la tendencia a pinchar, especialmente en la zona donde está el candado. esos son los problemas que el Dueño quiere que arregle el perro. todo será cuestión de ponerse.
lo que parece un hecho es lo que dice el Dueño: ya no viviré ni debo aspirar a otra cosa. mi existencia está condicionada por la jaula. la llevo y la llevaré siempre.
obediencia ciega para el esclavo. poder absoluto para el Amo.

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