martes, 8 de abril de 2014

día 1544 de esclavitud, 115 de castidad

a veces es un trabajo largo encontrar la combinación adecuada. hoy el perro ha reajustado la jaula, usando el alargador más largo entre los anillos de la jaula y la "funda" en sí. de esta manera el movimiento de los distintos elementos que componen la jaula se reduce y hace que ésta quede más firme, por lo que la posibilidad de pincharse con ellos se reduce.
durante todo el día el perro ha estado trabajando y, cuando ha ido al baño, ha supurado un poco. por supuesto ni se le ocurre sacarse la leche estando tan cerca la visita al Dueño. es extraño que durante este tiempo que ha pasado haya supurado tan poco. ¿será que su cuerpo se ha acostumbrado y ha asimilado que vive en castidad? ¿habrá comprendido el cuerpo del perro que esa será su vida, siempre enjaulado? ojalá sea así. en otro momento de la vida del perro, en otra vida de hecho, esto sería impensable porque el perro estaría todo el día pegado masturbándose, dos o tres veces al día. como decía el Dueño "era como un animal", sin control, sin medida, constantemente buscando el placer para llenar el vacío que sentía por no pertenecer a nadie, por no ser propiedad de nadie. ahora, viviendo enjaulado y controlado, el perro no siente tanto placer, pero siente mucha más paz que antes.
sumisión en silencio y obediencia ciega

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