otro día como el de ayer, sin parar de trabajar desde primera hora hasta última hora. las horas pasaban sin parar, dedicadas al trabajo incluso siendo fin de semana. el Dueño está al tanto de esto y es consciente de que es algo puntual que se sucede de vez en cuando. el problema es que eso despista un poco al perro de la sumisión, de su vida de esclavitud.
hoy parece un día perdido, pero al menos el trabajo está terminado y el perro puede dedicarse a otras cosas.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario