esta podría ser una escena de cualquier ciudad pequeña de los estados unidos. un vaquero va a cortarse el pelo. no pasaría nada extraño si no fuera por las botas, que llaman inmediatamente la atención de cualquier fetichista. al perro le encantaría arrodillarse delante de este botero y lamerle las botas. esa sí que sería una buena escena curiosa.
en otros contextos, otros fetichistas, se fijarían en algo diferente. algunos son fetichistas del mismo hecho de cortar el pelo, de rapar la cabeza. un esclavo debe estar rapado, es cierto, pero más como muestra de humildad que como fetiche. el perro, por orden del Dueño, lleva siempre el pelo rapado y con botas, por lo cual podría ser el protagonista de esta escena. sólo falta la barbería de esa ciudad media norteamericana.
lunes, 3 de febrero de 2014
FdD barbería
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