viernes, 28 de febrero de 2014

día 1505 de esclavitud, 76 de castidad

el perro está extenuado, de hecho casi tiene un accidente volviendo del trabajo. la crisis esta que padecemos no es más que una excusa para hacernos trabajar hasta el límite, enriqueciendo a otros ¿no es eso esclavitud? al menos el perro decidió someterse al Dueño, última decisión pero decisión al fin y al cabo
además, en el caso del perro, toda esa actividad se traduce en una pérdida de rumbo, de sentido, de orientación. frente a eso el encierro, la soledad, el bondage, es el mejor remedio. tras suplicar permiso al Dueño, el perro se quedó por la tarde encerrado, reconectando con su sumisión. lo necesitaba porque, salvo la sesión de reprogramación del domingo pasado, el perro no ha tenido ni un segundo para vivir su sumisión, para degustar su no-vida.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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